lunes, enero 28, 2008

La velocista, el fotógrafo zen y los marcianos

No es bueno acostumbrarse a lo bueno... ni a lo malo. (serrat)

La escena que armo Ana Guevara la semana pasada anunciando su retiro de las pistas me recordó a mi mismo renunciando a un par de empleos al mismo tiempo que me hacia la promesa de “no volver a trabajar para cabrones”.

En un país infestado de “cabrones”, cumplir mi promesa ha sido harto difícil.

Entiendo a Guevara, lo que hizo y de lo que se queja es solo una muestra de la realidad social de nuestro país. Ana se canso, se harto y se asqueo de tanta corrupción, malos manejos, ineptitud y mediocridad por parte de un organismo gubernamental. Muchos criticaron su actitud, muchos la ignoraron y otros dicen que se equivoco, si, tal vez se equivoco, pero le aplaudo su valor de dignidad, su valor de intolerancia a una situación a la que ya todos estamos acostumbrados: vivir en corrupción.

Desde hace tiempo vengo señalando amargamente que cada vez me cuesta mas trabajo defender con buenos argumentos a este mi país. La televisión, los spots de la cámara de diputados, los programas escolares, etc, se empeñan en hacernos creer y sentirnos orgullosos de la grandeza y “magia” de nuestro país y de cómo hemos avanzado y de cómo nos enfilamos correctamente hacia el progreso.

Pero el progreso nunca llega, somos una ironía de país, por un lado somos ricos en territorio, litorales, montaña, selva, bosque, playas, rodeados de costas y mar, biodiversidad, excelente clima, frontera con el país mas poderoso del mundo, excelente ubicación geográfica y mil etcéteras mas… y sin embargo seguimos jodidos.

Que será? Algún gen maldito? Nuestros malos gobiernos y políticos corruptos son el pretexto favorito, si. Pero y el pueblo? Siempre dejadotes. Vemos pasar la cosas y después de decir “ayy, me lele” no hacemos nada al respecto, así las cosas nos es fácil indignarnos si el pederasta sale beneficiado o si el político ladrón es intocable, peor luego nos volvemos a acomodar en nuestro mullido sofá. Pensamos solo en nosotros mismos, nos es difícil unirnos para manifestarnos y tratar de hacer cambios, ese viejo mito que circula desde los ochenta a raíz del temblor en el df que nos cuenta que los mexicanos somos muy unidos porque se demuestra en la tragedia, no me lo trago., o acaso se necesita caer en tragedia para unir esfuerzos?

Y así mil cosas más, el penúltimo lugar en educación mundial, el petróleo desperdiciado por décadas, la no tenencia del himno nacional, el territorio cedido a EU, la emigración descontrolada, la corrupción, la piratería encada esquina del país e incluso frente a las narices de autoridades, etc. Y a todo eso vivimos acostumbrados.

Tal vez Guevara exageró o se equivoco, pero por lo pronto aplaudo a quien señala y pide hacer cambios.

Colbert y su utopía ocre

En marzo del año pasado en este mismo blog critiqué la visita de Spencer Tunick a México, el fotógrafo que desnudo a miles de gentes y se fue feliz de la vida. Este año nos visita otro fotógrafo: Gregory Colbert, quien esta exponiendo en México su colección Cenizas y Nieve con bombo y platillo pero causando menos revuelo que Tunick.

Colbert en su trabajo pretende vendernos una utopía, según el, explica su obra como un regreso a los orígenes del hombre y la naturaleza, las imágenes pretenden evocar la armonía natural que alguna vez existió entre los seres vivientes, así, podemos ver elefantes y niños muy cerca uno del otro en la misma toma, o un águila volando bajo cerca de una persona, en actitudes de mucha espiritualidad, como si se tratara de alguna doctrina Zen.

Colbert pretende apantallar con argumentos propios del New Age, mostrándonos un mundo orgánico, cursi y muy alejado de la realidad; con tonos recurrentemente sepias y sin utilizar efectos de photoshop (eso dice el, yo lo dudo) el autor pretende explicarnos su obra.

A pesar de todo, Colbert me parece mucho mas talentoso que Tunick, su sentido de la estética, el manejo de la luz y la sombra y las texturas de sus fotografías justifican su condición de creador.

Aquí se puede ver su trabajo.

El eslabón Marciano

Cuando ví la imagen difundida por la Nasa tomada por el vehiculo espacial “spirit” y en el que se muestra una figura de aspecto humanoide sobre la superficie de Marte me hizo acordarme del video de Patterson donde se inmortalizo al Big Foot.

El revuelo que causo en Internet, sobre todo entre los hambrientos de testimonios paranormales, me hizo también recordar las pericias y obstinación de Rene Dahiden, el mayor cazador del Sasquatch (el pie grande canadiense), quien en su búsqueda recorrió y recogió evidencias por todo el territorio de Alberta y la Columbia Britanica del Canadá sin poder nunca demostrar la existencia del monstruo.

Ya me lo imagino por las tierras de Marte donde se descubrió la figura humanoide, cambiando la Columbia Britanica por las Colinas de Columbia. (curiosamente así se llama el área donde se fotografió la imagen)*

Y es que si Nepal tiene al Yeti,
Estados Unidos a su BigFoot,
Y Canadá a su Sasquatch
Porque no habría de tener Marte su pie grande marciano?

Afortunadamente son más los sitios que suponen esta imagen como una pareidolia o como una ilusión óptica, una imagen vaga que se une a muchas otras como la cara de Marte o de Cydonia.

Yo por mi parte debo ser sincero y admitir que si veo una figura humanoide en la imagen, incluso podría afirmar que se trata de J’onn J’onnzz, el detective marciano