Este país siempre ha sido manipulado por su religion y su gobierno, se han inventado santos, vírgenes, héroes y caudillos para controlar a las masas a placer y fomentar la peréza mental, en un país donde, de por si, la historia se ha enseñado siempre a medias y la educación a conveniencia, ahora parece ser que parte de su pasado ha sido destazado.
Tenemos un sistema educativo papalotero, muchos de los educadores andan por al calle de la amargura, ni siquiera aprueban los exámenes de la Sep y esta señora con cara de alienígena, al equivocarse, es un ejemplo de como se aleja la educacion de la ciencia.
Jhon Lennon decía: “ ántes de Elvis no había nada”….tenía más o menos razón. Yo diría más bien que si había mucho.
Pero antes de Elvis y Lennon estaba Lester William Polsfuss, mejor conocido como Les Paul (1915-2009), el creador de las legendarias guitarras , inventor, jazzista e introductor de las grabaciones multipistas, esa que nos permite grabar los instrumentos por separado, mejor sonido, mejor técnica.
En mi casa tengo una Fender stratocaster y una acústica Gibson, por ahora con eso me basta, aunque siempre he tenido en la mira una Les Paul.
Los ídolos se acaban, los dioses se mueren pero el legado y la música sígue rodando a través del tiempo.
Descanse en paz Les Paul (si es que hay un lugar donde descansar)…
El de ayer fue un baño por aspersión de opio, el circo romano del país, el coliseo y sus gladiadores, la fe y esperanzas de un pueblo depositadas en un juego sencillo donde realmente es muy poco lo que está en juego.
Es solo un juego de futbol…pero al mismo tiempo no lo es.
Para la mayoría de los mexicanos el futbol y su selección se encuentra dentro de la escala de valores místicos, religiosos y culturales… la afición y pasión de la gente por este deporte es todo un festín para los psicólogos y sociólogos, un negocio redondo para muchas grandes empresas y un placebo momentáneo para el pueblo, un respiro para el gobierno. Si se gana todo es felicidad, el mismo Aguirre lo dijo: “hoy podemos festejar y mañana podemos ir contentos al trabajo”; si se hubiera perdido las mentadas de madre y lamentos se dejarían escuchar por todo el país, a muchos se le iría la vida con la derrota y lo que es peor, el pueblo volvería a ser consciente de la realidad en que vive, de la crisis económica, de la inseguridad, la eterna pancreatitis.
El futbol en México crece despacio y no deja crecer a otros deportes, los medios se embriagan de lo mismo y son a la vez críticos y verdugos. El futbol es el rey y la lucha libre la reina. Los demás deportes son puro relleno, tan es así que muy pocos se enteraron que Paola Espinoza gano el mundial de clavados que viene siendo el equivalente a que el TRI ganara la copa del mundo. Paola ya hizo lo suyo y nadie fue a celebrarlo al ángel.
Las imágenes que transmiten las televisoras antes, durante y después del partido bien podrían ser consideradas en el futuro como documentos antropológicos de los mexicanos. La gente se desinhibe y se olvida de todo cuando “pisa el suelo sagrado del azteca”; allí se baila, se hacen todo tipo de rituales se confunden todo tipo de creencias que al final convergen en una, la virgencita es un estandarte sobre las playeras verdes, la santísima muerte se hace presente, los penachos, las mascaras del santo y blue demon, los tacos, las cheves, todo revuelto y echo bolas, como en un crisol. La perfecta válvula de escape para que la gente manifieste a placer toda su cadena de creencias, toda su fe y confianza depositadas en un grupo de jugadores/héroes.
Demasiado desmadre y catarsis por un simple juego… y sin embargo se vale.
Además los mexicanos no somos los únicos embriagados en tanta irracionalidad; les sucede a los Argentinos, a los Españoles, a Inglaterra y Alemania a pesar de su primer mundo, Incluso a los brasileños donde el futbol es religión y Pelé Dios.
También se vale que aquellos que no gustan de este juego lo critiquen y le llamen “panbol” o pérdida de tiempo o simplemente lo ignoren…eso es lo de menos.
Lo de ayer fue más que un juego de futbol y al mismo tiempo fue solo eso.
El triunfo, un pretexto para sentir alivio sobre la opresión y desprecio de los gringos, un bálsamo para el eterno dolor en las costillas… como la herida de Cristo.
Es curioso como la información y desinformación vuela por el mundo y se decodifica según sea el caso.
Por ejemplo, mis vecinos y familiares texanos cuentan que las autoridades de allá alertan de no viajar a México pues pintan al país como si ardiera en Keroseno. Un conocido Canadiense me pregunta que si es verdad que la gente anda armada y que tanques de guerra circulan en las calles.
El otro extremo me llega del mismo país cuando escucho a gente desde la capital llamar a esta guerra contra el narco como “guerrita”, o la guerrita de Calderón, o a quienes minimizan las batallas que se dan en el país y pintarlas inevitablemente con intenciones políticas.
Es un poco desesperante cuando te ha tocado estar cerca de las balas.
Vivo donde arde la frontera, donde desde siempre ha sido zona de refriegas y gente dura, pero en estos últimos 5 años se viven cosas que antes no se vivían, al menos no tan seguido, no de manera cotidiana como ahora.
Me preguntaba mi amigo Canadiense como es la vida en lugar así y si en todo el país es lo mismo.
No, no es lo mismo en todos lados según mi apreciación… tal vez de ahí venga esa descalificación a la guerra contra el narco.
Y… como se vive?
En un estado en donde el 60 % de la población tiene “algo que ver con el asunto”, Te vuelves precavido de todo y todos, hay que fijarse con quien se habla y sobre que se habla, hay temas que es mejor no tocarlos si no tienes plena confianza en la otra persona, ya no se sale de noche con seguridad ni la misma confianza de antes, hay lugares a los que no te metes, si en la calle te rebasan ya no se las puedes rayar a gusto como antes, a veces ves a los tipos armados frente a los parques y no puedes hacer nada y también a veces se desatan balaceras a pleno sol.
La tecnología ayuda, la gente se comienza a comunicar rápidamente mandando mensajes de texto o llamadas por el celular, “ donde andas?” , “no pases por tal calle “, “no vayas por aquella avenida”, etc.
No, no se vive como antes y no se debe vivir así. Y aun así hay tipos como este que nos pide “acostumbrarnos a las balaceras”.
