El de ayer fue un baño por aspersión de opio, el circo romano del país, el coliseo y sus gladiadores, la fe y esperanzas de un pueblo depositadas en un juego sencillo donde realmente es muy poco lo que está en juego.
Es solo un juego de futbol…pero al mismo tiempo no lo es.
Para la mayoría de los mexicanos el futbol y su selección se encuentra dentro de la escala de valores místicos, religiosos y culturales… la afición y pasión de la gente por este deporte es todo un festín para los psicólogos y sociólogos, un negocio redondo para muchas grandes empresas y un placebo momentáneo para el pueblo, un respiro para el gobierno. Si se gana todo es felicidad, el mismo Aguirre lo dijo: “hoy podemos festejar y mañana podemos ir contentos al trabajo”; si se hubiera perdido las mentadas de madre y lamentos se dejarían escuchar por todo el país, a muchos se le iría la vida con la derrota y lo que es peor, el pueblo volvería a ser consciente de la realidad en que vive, de la crisis económica, de la inseguridad, la eterna pancreatitis.
El futbol en México crece despacio y no deja crecer a otros deportes, los medios se embriagan de lo mismo y son a la vez críticos y verdugos. El futbol es el rey y la lucha libre la reina. Los demás deportes son puro relleno, tan es así que muy pocos se enteraron que Paola Espinoza gano el mundial de clavados que viene siendo el equivalente a que el TRI ganara la copa del mundo. Paola ya hizo lo suyo y nadie fue a celebrarlo al ángel.
Las imágenes que transmiten las televisoras antes, durante y después del partido bien podrían ser consideradas en el futuro como documentos antropológicos de los mexicanos. La gente se desinhibe y se olvida de todo cuando “pisa el suelo sagrado del azteca”; allí se baila, se hacen todo tipo de rituales se confunden todo tipo de creencias que al final convergen en una, la virgencita es un estandarte sobre las playeras verdes, la santísima muerte se hace presente, los penachos, las mascaras del santo y blue demon, los tacos, las cheves, todo revuelto y echo bolas, como en un crisol. La perfecta válvula de escape para que la gente manifieste a placer toda su cadena de creencias, toda su fe y confianza depositadas en un grupo de jugadores/héroes.
Demasiado desmadre y catarsis por un simple juego… y sin embargo se vale.
Además los mexicanos no somos los únicos embriagados en tanta irracionalidad; les sucede a los Argentinos, a los Españoles, a Inglaterra y Alemania a pesar de su primer mundo, Incluso a los brasileños donde el futbol es religión y Pelé Dios.
También se vale que aquellos que no gustan de este juego lo critiquen y le llamen “panbol” o pérdida de tiempo o simplemente lo ignoren…eso es lo de menos.
Lo de ayer fue más que un juego de futbol y al mismo tiempo fue solo eso.
El triunfo, un pretexto para sentir alivio sobre la opresión y desprecio de los gringos, un bálsamo para el eterno dolor en las costillas… como la herida de Cristo.
5 comentarios:
"Querida Virgen: sé que como eres mexicana, nos amas más a nosotros que a los gringos, así que te pido que uses tus poderes mágicos para que nosotros ganemos, en vez de usarlos para curar el cáncer, o algo así"
Si no te gusta el futbol para que criticas entonces? El azteca tiene magia aqui no gana nadie.
Se me hizo super exageradísima la reacción... Me gusta el fucho pero por favor... si no fuimos campeones mundiales ni nada parecido!
Ego : Te falto rezarle al angelito de la guarda, saludos!
Anonimo : No te preocupes, si me gusta el futbol, aunque no el de la liga.
El azteca tiene magia?...Tonterias!
Kix :De acuerdo contigo!
Y una de mis primeras entradas trató del asunto
Saludos.
Publicar un comentario