martes, noviembre 10, 2009

Entre diputados te veas


Resulta que uno de mis sobrinos resulto ser una cuerdita para muchas cosas, salió al tío (jo, jo).

Ayer en medio de una reunión familiar, una tía abuela, de esas que se quedaron instaladas en los tiempos de imperialismo priista, con toda su buena intención dijo:
“ Ayy de grande este niño va a ser diputado”!!

A lo que todos los presentes respondimos con un rotundo: “NOOO ¡!! No le desees ese mal!!!!”

Recuerdo como antes entre los amigos nunca faltaba a quien se le llamara con el seudónimo de diputado, como una forma de caricaturizar un privilegiado oficio.

Eso quedo atrás, hoy que te llamen diputado es peor a que te mienten la madre.

De paso, vaya una mentada de madre a todos ellos.

4 comentarios:

Kix dijo...

Jajaja!! Me recordaste la carta que leyeron en la mañana en el radio:

"Por medio de la presente quiero informar que los diputados no son hijos míos.

Atentamente,

La Chingada"

Georgells dijo...

Mi estimado Humberto... de todas las ocasiones en las que he estado en total acuerdo contigo, esta es, sin duda, las más profunda.

Lo que me entristece es que sean estúpidos en vez de malvados. Contra la maldad es posible pelear. La estupidez, en cambio, es invencible...

Un abrazo!

G.

Kyuuketsuki dijo...

Cierto, ser diputado es el peor insulto que se puede recibir actualmente.

maitess dijo...

Hacer la pelota al líder, ser sumiso, ser amable y aplaudirle, por supuesto, cuando en la tribuna hable.

Y es que ser parlamentario fatiga mucho y amuerma. Por eso estoy tan molido.

Déjame mamá, que duerma.

Bueno te dejo hijo mío. Perdóname, lo lamento. Yo no sabía el estrés que produce el Parlamento.


Saludos Dull.